En su primer informe, divulgado este miércoles (6), ONU Mujeres reconoce los avances alcanzados en la cuestión de la igualdad de género en el mundo, pero revela que muchas mujeres siguen vivenciando injusticias, violencias y desigualdades. En ese sentido, el organismo de las Naciones Unidas (ONU) convoca a los gobiernos a adoptar medidas de emergencia para "erradicar las injusticias que mantienen a las mujeres en la pobreza y con menos poder que los hombres”.
Revocar leyes que discriminan a las mujeres, garantizar legislación que las proteja, apoyar servicios innovadores de justicia, colocarlas en el primer lugar de la administración de justicia e invertir en sistemas de salud que ofrezcan respuestas a las necesidades de las mujeres fueron las acciones destacadas como urgentes a ser tomadas por los gobiernos.
"Con la mitad de la población mundial en juego, las constataciones del informe constituyen un enérgico llamado a la acción”, declaró Michelle Bachelet, secretaria general adjunta y directora ejecutiva de ONU Mujeres, de acuerdo con el informe.
Titulado "El progreso de las mujeres en el mundo: en busca de la justicia”, el informe señala, como uno de los avances el que 139 países y territorios consagran la igualdad de género en sus constituciones. El voto femenino, casi que universal, también es citado como ejemplo. Otro avance destacado se da en Ecuador, donde el derecho de las mujeres indígenas de participar de los gobiernos y de los sistemas judiciales está, ahora, consagrado en la Constitución.
Por otro lado, en el ámbito doméstico, 603 millones de mujeres todavía viven en países donde la violencia en este campo no es considerada un delito. En relación con el trabajo, incluso con leyes que garantizan la igualdad de remuneración en 117 naciones, las mujeres reciben hasta un 30% menos que los hombres en algunos países. Además de los empleos vulnerables, que afectan mundialmente a cerca de 600 millones de mujeres.
ONU Mujeres destaca que los cambios en la legislación pueden representar un comienzo, pero es fundamental que las leyes se implementen. "Muchas mujeres no se atreven a denunciar los delitos debido al estigma social y a sistemas judiciales débiles”. La Ley María da Penha, en Brasil, es citada como ejemplo de cómo las reformas legislativas pueden "sentar las bases de una cambio de actitud y transformar la situación de las mujeres en la sociedad”, destaca el informe.
Para cambiar la legislación, el informe revela como fundamental la representación femenina en el parlamento. En América Latina, Argentina, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Ecuador y Guyana alcanzaron un 30% de legisladoras. Sólo cuatro países del mundo tienen más que ese porcentaje, entre los cuales se encuentra Costa Rica. En esta región, cuatro jefes de estado o de gobierno son mujeres: Argentina, Costa Rica, Brasil y Trinidad y Tobago.
La esfera privada continúa siendo un desafío para América Latina, a pesar de la aprobación de leyes contra la violencia doméstica en el 97% de los países. En la práctica, esta realidad aún es frecuente. Un estudio en 11 países mostró que hasta un 16% de las mujeres ya había sufrido violencia por lo menos una vez en su vida. Las actitudes, sin embargo, pueden estar cambiando. Otro estudio, en siete países, demostró que el 85% condena la agresión de un hombre contra su esposa.
Entre las acciones destacadas por ONU Mujeres como importantes para que la justicia sea más accesible para las mujeres, se encuentra el empleo de más mujeres como policías. La experiencia en América Latina demuestra que esto ha provocado un mayor número de denuncias de violencia de género. La región es líder en el número de policías femeninas. Brasil fue el primer país, en 1985, en abrir una delegación de policía de mujeres, en la ciudad de San Pablo. Además de emplear mujeres policías, el informe recomienda además invertir en centros integrales de atención para la mujer, ofrecer asistencia y alfabetización legal, y también crear tribunales especializados.
Periodista de Adital
Adital